El futuro de la medicina hoy

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El 15 de febrero del año 2001, se hicieron públicas las primeras conclusiones obtenidas como resultado del proyecto del genoma humano, un extraordinario proyecto de investigación que buscaba ofrecer a la humanidad un camino para cambiar el destino de la salud de la humanidad. La realidad es que eso no sucedió, conocer el mapa genético humano sin duda nos permite entender múltiples fenómenos del cuerpo humano, de la salud y enfermedad; pero aún con esa gran cantidad de valiosa información es imposible a partir de ella crear medidas preventivas que se apliquen a la población para reducir la mortalidad que se registra en estos momento.
Así, surge una nueva ciencia conocida como epigenética, para ocupar uno de los campos científicos más interesantes y con mayor evidencia científica; que permite identificar cómo los factores ambientales (refiriéndome no sólo al entorno exterior, sino también al "ambiente" interior) son el origen de las enfermedades más comunes tales como la diabetes, obesidad, hipertensión, cáncer o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Es importante resaltar que la visión aprendida sobre la salud y la enfermedad hace unas dos décadas se limitaba a identificar a los genes como los responsables de la longevidad, calidad de vida y la forma de morir. Se creía que los genes eran estructuras con las cuales prácticamente no existía ningún tipo de interacción ni mucho menos de influencia, es decir, no éramos capaces de influir en su actividad.
A partir del 2003, sabemos que los más de 30 mil genes que tenemos están atentos a lo que pensamos, sentimos, comemos, la forma en que dormimos, el tipo e intensidad de ejercicio que realizamos y hasta el tipo de relaciones que tenemos. Esta realidad nos devuelve la responsabilidad de la salud y la enfermedad.
El regalo es que la ciencia nos ofrece una gran cantidad de herramientas y estrategias con evidencia científica, sencillas, prácticas y fáciles de llevar a cabo; que nos permiten enviar las señales adecuadas a los genes para prevenir enfermedades y mantener la salud.
El reto es aprender nuevos hábitos beneficiosos (superhábitos) y transformar hábitos poco saludables, además de entablar un diálogo conveniente entre el entorno, estilos de vida y el código genético.
El resultado, personas informadas, tomando decisiones que ayuden a prevenir enfermedades, eludir complicaciones y discapacidad lo que daría como resultado personas más sanas y en bienestar.
En la epigenética encontramos hoy la oportunidad que la humanidad tiene para alcanzar la vida que soñamos y anhelamos. Te invito a conocer sobre ella, a que uses tu cuerpo como un laboratorio activo, creando hábitos superpoderosos para tu mejorar tus niveles de bienestar, salud y felicidad.